lunes, 23 de enero de 2012

Eternidad.




Te pienso en la frágil noche.
Que no resulta más que verme a mí misma.
Tan sensible al movimiento.
Tan pequeña de corazón enorme:
Dispuesta a amar.

Mi voz te nombra en los minutos
del alma en penumbra.
Vos y yo,
este mundo tan nuestro.

La mano predestinada
que nos une y se remonta
caprichosamente a la puerta de los besos.

Deseo que el oxígeno cure heridas viejas.
Que la respiración se colme de paz.
Que no se escuche nada más que latidos.

Pero el tiempo se estampa contra el vacío.
Es todo tan hueco sin tu presencia.
Se anudan las palabras.
Se entrevera mi corazón:
en los pasos de tu llegada.

Y me pesa la inutilidad de expresión,
quisiera regalar algo hermoso.
Pero no tengo nada;
más que un futuro completo de a dos
y una vida en el ser
que nos convierta en algo más que eternidad.

viernes, 20 de enero de 2012

Quisiera.

Quisiera demostrarte que podemos caminar sin miedos. 
Decirte a los ojos que mi alegría pende increíblemente de tu mirada.
Quisiera regalarte colores incluso en las más profundas oscuridades.
Adorarte en la calma, rendirme en la hostilidad.
Quisiera dibujar palabras en cada partícula de aire que te acaricia.
Mostrar que lo real existe.
Quisiera cuidar tus sueños. Escucharte respirar júbilo. 
Que tu figura amortigüe mis caídas.
 Que me des tu mano en la tristeza.
Quisiera tantas cosas que mi mente
se sujeta a tu “mi amor”.
Y te guardo en mi alma tersa.
(En silencio).
Para que llegue ese día en que podamos comprobar
(Fehacientemente):
Que somos dos corazones en un solo latir.