La decepción juega
a las máscaras
que no partieron.
Fantasean
hacia lo alto
con aquello incumplido.
Tu mirada
aún me enceguece
y tu voz que ya no la oigo
me retumba el sueño.
Este trago amargo
me lastima la garganta.
La disputa se instala
sobre las partículas
de algo que no se parece
al olvido.
Estás aquí:
En mis manos.
Y te escurres lentamente.
Escapas,
pero el universo te trae.
Al fin la mente dibuja tu figura.
Y te animas a pintar
el cuadro que quedó
…suspendido…
entre las dudas y el desconcierto.
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