miércoles, 29 de junio de 2011

PALABRA


Comulgo la eucaristía de la palabra.
Tan saludable que me despojo
incluso del cuerpo.
Voy desnudándome, y en harapos
tan sólo brilla mi alma.

lunes, 27 de junio de 2011

Viaje


VIAJE.

No seré la misma,
si no puedo moverme
libre, como una hoja al viento.

No seré la misma,
si no consigo respirar profundamente,
sin que el aliento se corte
y desgarren las heridas.

No seré la misma,
si no alcanzo el sueño,
porque me ahogo,
porque me duele
cada extremidad del cuerpo.

Y me acalambro,
toso,
se quiebra la espalda,
se aprieta mi pecho,
y se inicia un concierto
de música que emerge desde adentro.

Dios.
Si no volveré a ser la misma.
Dame la mano
para emprender el viaje
que me lleve, dulcemente,
a estar más cerca de tus pasos.

QUISIERA SABER.

Quisiera saber que estás ahí, leyendo, o tal vez, guardes una milésima de segundo y me arropes en tu pensamiento.

Quisiera saber, que mis letras, no te apenan, ni dan lástima, simplemente, te conmueven porque tocan de raíz al filo del alma.

Quisiera saber, que tus brazos, están dispuestos a abrazarme, aún si los brazos me faltaran, de tanto remar en la búsqueda de dársenas de paz.

Quisiera saber, que la calidez de los gestos, servirán de remanso en la tempestad oscura de los sinsabores.

Quisiera saber, que tu voz, guiará mis pasos, y el eco de las palabras mostrará el camino que me conduzca a la diafanidad del mañana.

Quisiera saber, que mis lágrimas, durarán en tu recuerdo, que mis palabras, levantarán tu mirada y podrás bosquejar una risa al pronunciar mi nombre.

Quisiera saber, que algo en ti dejé. Algo claro, puro o transparente.

Quisiera saber que aún vives en mí. Que aún vivo en ti. Y que intentaré seguir tus huellas para no abandonar prematuramente el barco de la esperanza.

No imagino.


Siento tanto frío.
Que aunque me abrigue
tiemblo cada día
porque me viste la dolencia.
No imagino la vejez
ni las páginas en blanco
que aún repiquetean
inclemencia de señales.
Distingo algunos pensamientos
que subsanan las mentes
(propias y ajenas).
Los sueños se astillan,
como agujas sobre la espalda.
Planearé el éxodo.
Esta geografía,
se alzará por los cielos.
No imagino  prórrogas
ni tiempos absurdos:
porque en el aquí y ahora,
estoy falleciendo.

domingo, 26 de junio de 2011

Respirar.



En la quietud de almas en búsqueda
fragmentaré los deseos
(que aún quedan).
Sobre la industria de recuerdos,
apostaré una postrema brizna de aliento.
Nadie comprende,
la mecánica del viento.
Yo, sin embargo,
puedo explicar qué difícil
resulta hablar.
Cuando lo normal, o lo básico
se convierte en algo inalcanzable
para mí.
Suspiro en el recuerdo.
Con las gotas, de un aire,
tan solo como la necesidad misma.
Lloro, de a poco.
sin la rapidez, que me deja yerta.
Abriré nuevamente mis ojos
cuando la tormenta pase
y vuelva a reflejar la alegría
que siempre han elogiado
los demás.
Mientras tanto,
escribo poemas desesperados
que ansían, al igual que yo,
lograr respirar sin condiciones.




POR RESPIRAR-MANOLO GARCIA

viernes, 24 de junio de 2011

Será tarde.

Será tarde,
(en este inverno hostil)
abrigar, inútilmente, el gélido cuerpo
que yace en el rincón solitario
del borde de la luna.

Quizás, junto a los ángeles.
Sobre las raíces de las plantas.
En una mariposa, que disfruta su día
porque no le queda más que ese instante.

A mi eje/ sostén lo recorre una lava
que deshace palabras.
Y se retuerce en afonía,
mientras acomoda, la cúpula
de ideas
en el estertor sibilante.

Se oye la congoja.
Las manos, transpiran lesos deseos.
Lo no expresado, venció los agujeros torácicos
que despedazan los adentros.

En la puerta, el cartel de asueto suspira
aquel aire que no he podido suspirar yo.
Inhalaré júbilo.
Exhalaré los miedos.

Y será tarde. En la noche:
que fundaré la memoria
con la liviandad de las almas que partieron.

sábado, 18 de junio de 2011

FELIZ DÍA PAPÁ!


“Un buen padre vale por cien maestros.”  Jean Jaques Rosseau

Y no es casualidad, que mi papá se llame Ángel, porque realmente, ha significado esa personificación a lo largo de mis días. Y tengo tanto para decir, que se me caen las lágrimas. Porque me emociona, tener que describir a una de las vértebras más esenciales, ejemplo, modelo, del esfuerzo, la responsabilidad, y el afecto cotidiano.

Sus palabras, sus consejos, forman parte de mi requerimiento diario. Ese papá, tan grande, que me ha dado todo el amor, que entra en su ser y más también, que me lo sigue regalando día a día, con sus actitudes, con su mirada.

Ay papá, lloro tanto, porque no puedo agradecer verbalmente, lo mucho que te quiero, que en parte, soy una buena persona, tal y como vos me enseñaste y si puedo transmitir valores, es porque vos de pequeña, los fundaste primero.

Y que me siento tan orgullosa, de ser quien soy, y de mi papá, de ser la destinataria de la luz de sus ojos, de ser la nena, caprichosa, me llenas de orgullo, porque quien te conoce, sabe tu grandiosidad, y nobleza, cómo sufrimos las injusticias, pero a la vez, sonreímos juntos, lloramos juntos, compartimos los sentimientos más profundos, nos escuchamos, y aconsejamos con el lenguaje del alma.

Gracias por cada momento, por los recuerdos que tan sólo bordean felicidad, por hacerme reír como nadie, por los retos, por las discusiones, por cada palabra de aliento, en la más triste adversidad, por transmitirme sensibilidad, por enseñarme, que un hombre se emociona, porque tiene sentimientos, por ayudarme en las dificultades, por privilegiar a los demás antes que a mí misma, por ser solidaria, por dar manos a los otros, sin importar qué hay a cambio.

Porque tu sello está impregnado en cada uno de mis pensamientos, en mi conducta diaria.

Eres mi ángel, que orienta el camino.

Te quiero tanto.

Feliz día, papá porque soy enteramente feliz al ser tu hija.

martes, 14 de junio de 2011

Tempestad.

Me siento hueca, vacía, como una playa
en medio de la tempestad, susurrando a las olas
que golpeen despacio las huestes del pasado.
Soy una ínfima bisagra sin gesto alguno.
La calma, del otro lado. No aquí.
Y yo, miro con estos ojos equivocados.
Tan desacertados como las piedras que vuelvo a pisar.
Se hurtan ímpetus, y el aliento se disipa
en las corrientes marinas.
Soy un volcán que ejerce presión
desde una superficie anórtica.
¿Cómo proteger lo demás?
En este momento, que el oxígeno falta.
El tiempo, sigue el curso.
Y yo, me manifiesto.
a la espera.
Cuando la tormenta decline.
Me sentiré fuerte.
Ahora, desespero,
mientras la gente pasa
junto a la visual de la indiferencia.
Esa, que no deja aire para volver a respirar.

lunes, 13 de junio de 2011

Decepción

¿Con qué parámetros se maneja la "gente"?
Yo, que siempre privilegio a los demás.
Que lloro con las lágrimas ajenas,
y sufro las injusticias de los otros,
 más que las mías.
Yo, que me preocupo por que cada cual
esté bien.
¿Dónde están los valores?
Yo sigo en la nada, que me consume
de a poco.
Como una vela, casi apagada.
La indiferencia me envenena,
 la palabra que no llega.
Me desapego de todo,
vuelvo a cometer los mismos errores:
Posar la vista
en personas que tan sólo
tienen ojos
para halagar su propio eje.

viernes, 10 de junio de 2011

Cansancio

Estoy tan cansada, que me rige un centro
magnético hacia el eje de la Tierra.
La angustia, se tumba tranquila sobre el fuelle de mi pupila.
El aire me falta, y los caminos se destruyen.
Viajo por las partituras de una nota hoy vencida.
Y la nada me trae, se apodera de aquello
que aún queda.
Mis neuronas, funcionan a paso de tortuga.
Sólo tengo energía para escribir.
Y la palidez de la noche me refleja
en el rostro blanco y dócil.
El destino, me guiará los sueños.
Allí me quedaré
hasta que en un puñado de horas
vuelva a despertar.

Aire



Quizás, tienes el aire que me falta.
Si es así, te pido encarecidamente
que me lo devuelvas.
Para volver a respirar
con naturalidad y soltura.

martes, 7 de junio de 2011

Calle O`Higgings.


Mi corazón aún llora
ese domingo frío
anestesiado por el cuerpo.
Tanta pena entrelazada
sobre las manos incógnitas
que adormecen al vacío.
El mundo cabe en una lágrima
y el universo desconoce la partida.
Tiemblo, me quiebro
sin reflejar ni un gesto a los demás.
Soy una molestia
que ni lleva su nombre o apellido.
pero se manifiesta tan cerca
que quizás,
no  se necesita ningún sello.
Los retratos. La familia.
Yacen en silencio
o vociferan dolor.
La paz sobrevuela los adentros.
Yo, observo ese cuadro.
Tan profundo que moviliza
uno a uno cada átomo de mis células.
Domingo.
Gélido. Helado.
Una parte de mi alma dejó de brillar
en ese suspiro de la calle O’higgings.

domingo, 5 de junio de 2011

Anemia



Mis labios  se desdibujan por la ausencia.
O quizás, la anemia de respuestas.
Estoy tan cansada, que ya nada me despierta.
(Ni la rutina).
Convalido sueños viejos.
Pero yacen tan gastados 
como quien escribe.
Quisiera, un suero con energía frenética.
Y no saben, que me duele.
La guardia, espera taciturna.
Y yo, me desvanezco
ante la falta de palabra.