domingo, 26 de junio de 2011

Respirar.



En la quietud de almas en búsqueda
fragmentaré los deseos
(que aún quedan).
Sobre la industria de recuerdos,
apostaré una postrema brizna de aliento.
Nadie comprende,
la mecánica del viento.
Yo, sin embargo,
puedo explicar qué difícil
resulta hablar.
Cuando lo normal, o lo básico
se convierte en algo inalcanzable
para mí.
Suspiro en el recuerdo.
Con las gotas, de un aire,
tan solo como la necesidad misma.
Lloro, de a poco.
sin la rapidez, que me deja yerta.
Abriré nuevamente mis ojos
cuando la tormenta pase
y vuelva a reflejar la alegría
que siempre han elogiado
los demás.
Mientras tanto,
escribo poemas desesperados
que ansían, al igual que yo,
lograr respirar sin condiciones.




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