Tengo la felicidad
en la palma de la mano.
Sonrío
y admiro lo bello.
Junto a vos,
construyo momentos
tan cálidos
que guardo uno a uno
en los fuelles del corazón.
Y no me importa
nada más
que el hueco de tus ojos
dulces, que me refugian
en la tibieza del alma.
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