Creo que las injusticias, resultan el disparo más exacto al corazón. No soporto la amenaza, la pérdida de respeto, la incoherencia entre dichos y actos. Se podrán tolerar golpes, altos (a la mente), bajos (que limitan el camino), pero los centrales duelen, porque irrumpen almas.
No tengo ganas de oír, de leer, de escribir. Quisiera volar, en un mundo justo, inocente, límpido, con cielo diáfano, porque mis alas, sirven para viajar en ese universo, tan lejano del real.
Y quizás, me equivoco, trastabillo ante la violencia. El silencio, envuelve esta mezcla de sensaciones. Me expongo, sin dudas, pero mis valores de bondad son esos, al descubierto.
Cierro los ojos, este espíritu busca paz. Que las bestias oigan: la encontraré aunque me hunda en el intento.
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