jueves, 15 de diciembre de 2011

LLUVIA SOLITARIA.

Decido no moverme hasta que la tormenta pase.
El interior elige y mi espíritu se arrastra
sobre la tierra húmeda.
El barro me cubre de tristeza
y sin tu voz los días se convierten
en estúpida rutina.
Busco un refugio para dejar un alma a salvo
y sin embargo te extraño.
Quisiera detener esta lluvia de sentimientos
que caen y se estrellan contra el piso.
Si pudiera hablarte entenderías.
Si pudieras mirarme no serían útiles las palabras.
Si pudieras oír los latidos del corazón, bastará.
Si pudieras rescatarme de la oscuridad
y darle brillo a mis ojos.
Volver.
Volver a descubrirte
y saborear tu vida.
Es lo único que necesito.

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