Siento que te extraño y me invade la tristeza,
que se escurre entre el filo de mis ojos.
Te cobijo entre las orillas de las pestañas
sin brillo, sin maquillaje, que pueda cubrir el vacío.
Mis manos vuelan hacia los sueños pretéritos.
Y no queda más que silencio
que no logras citar,
porque mis palabras no se leen.
Soy una mujer invisible.
Esclava de una lluvia de besos robados.
Si al menos, lograra desterrarte.
Volvería a respirar sin este aire de distancia
que corrompe de a poco mi oxígeno.
Siento que te extraño:de la mañana a la noche,
de la tarde a la madrugada.
El tiempo pasa tan lentamente.
Que me derrumbo en cada tic tac del reloj;
ese que tan solo marca más segundos de lejanía.
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