jueves, 23 de febrero de 2012

Mar.



Las olas se llevan los últimos recuerdos
de este absurdo mar de dudas.
Y quisiera desprender mi corazón,
que se arremete en la bravura
de los sueños huecos.
Entre las piedras golpeando la nada.
La espera me eleva en la profundidad
de un horizonte que se desdibuja.
Y no me deja ver más.
El mar, me llena de cálida vibra.
Sin embargo es todo tan perfecto
que si te tuviera,
podría leer en mi mente
que la felicidad todavía existe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario