A veces, creemos que pensamos de manera acertada. Y de repente, alguien derriba las ideas. Armamos un castillo lejos del mar para que nadie se lo lleve. Pero con el movimiento. Una persona lo lleva a la costa y se esparce, mientras sufrimos porque se destruye.Y luego del castillo que al fin y al cabo no sirvió para nada, cimenta un muro. Frío, distante, y deja plantado un ojo desde donde te observa o te ignora, pero de todas formas te esta espiando.
Se hablan idiomas distintos cuando no hay nada mas para hablar.
Y hablaste por ultima vez, quedaste en un grado de exposición, con el alma en la mano.
Y para que? Si se encargaron de derribar un castillo, pasara lo mismo, con lo que con paciencia te dignaste a decir.
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