miércoles, 22 de agosto de 2012

Salud al aire.



Cuando el destino me conduce a ti, mejor hundir el suspiro en una caja hermética, para que nadie la toque. 

Vos ahí, yo acá, sin roces de palabras, ni caminos que no llevan más que al fracaso. 

Sabes cómo dejar huellas. Te vienes. Te escurres. Te aficiona envolver este paquete de regalos que no fueron.

Tan cerca. Tan lejos.

Ínfimo, pero distante.

No te muevas. No avances.

Me quedo quieta.

Bebo un trago de aire antes de escribir.
A la salud del olvido y el recuerdo.

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