"Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere." Elbert Hubbard
Esto será lo último que lees de mí. Y no pretendo ser cruel o demagógica. A lo largo del tiempo, nos damos cuenta de aquello que no sirve y debemos suprimir, aunque nos pellizque el corazón… fuiste una pieza tan fundamental durante largo tiempo, que me cuesta pensar que estas dicciones te pertenezcan. Me equivoqué al pretender llevar algo bueno de ti o esperar a que te decidas y te acerques. Eres tan cobarde, que optaste escapar. La salida más inmediata. Y cuando seas conciente de que ya no estaré más detrás de tu espalda, cuidándote vas a arrepentirte. Pero la amistad, si no es sincera, auténtica, profunda, verdadera, NO TIENE una base, y no se sostiene, cae, tropieza y no vuelve a armarse.
Al final, tu espiritualidad, de la presumes, claro, no te condujo a nada, yo que vos, me fijaría… porque a lo bueno, te resistes. A mirar con los ojos del alma, esos que te han puesto en mí destino y no supiste cómo resolverlo, te aleja, te alejas inútilmente. Tanto afecto para dar, que tiemblas y sales corriendo. Cuando mires atrás, verás que has construido superficialidad. Llorarás. Y será tarde para buscarme. Porque habré desaparecido de tu cuadro falso, con colores inventados. Estaré en tu mente, sé que será así. Como lo he estado siempre, no te olvidarás de mí. Llevas una pieza en tu mano, que no supiste respetar. No me agradezcas, los pasos que he dado caminaron, y pisaron tan fuerte que mi huella se quedará. Si algún día ojeas esto y sabrás que te corresponde, ya volé y mis alas, que pudieron abrazarte, se entumecieron por el rechazo. Hasta luego, que la vida te sonría. Ojala, en un instante, puedas cerrar los ojos e imaginar ese momento en el que la energía y la atracción sacudió el sincronismo, encandiló las palabras y nos mostró que la realidad supera, sin golpear puertas ni exigir permiso.
Namasté.
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