hasta la última
de mis partículas
bordeadas de angustia
y tristeza.
La esencia despierta.
Siento latidos,
expansión hacia el infinito.
El verbo se hace uno,
la noche cae y se cierra el abismo.
Los vacios se tornan luz.
Las pérdidas
se rindieron en la hendija
del tiempo.
Y sin darnos cuenta
el camino nos abre la puerta.
Profundidades, búsquedas infinitas.
Seres y pareceres que no encajan.
El sol brilla eterno para las almas
en sincronía vibrante.
Yo me adelanto a la magia.
Y te avecinas,
pacientemente,
a la grandiosidad
de la unión
en compañía.
La belleza se hereda de Dios.
ResponderEliminarLa nostalgia es legado de los ángeles.
Y el amor se encuentra a través de seres espirituales.
Esteban Riccillo.