miércoles, 6 de octubre de 2010

Mirada Vacía


“Dónde corre el agua, dónde duerme el tiempo, puedo ver a través de tus ojos”

Aunque sonrías
tus ojos no engañan.

El vacío se desprende
de tu mirada.

Un cajón
de sueños huecos
en tus pupilas
oscuras y distantes.

Tanta duda
en esa alma gélida
que vaga por el mundo
triste y solitaria.

Pensamientos
sin casillas
ni organización,
donde siempre
existió el orden
y el razonamiento.

Detrás de la agudeza,
una visual,
tu foto.

Vuelvo a la risa
que se dibuja
en la alegría
(aparente)
pero me centro
nuevamente en tus ojos.

¿Por qué te escondes?

Bajo una imagen falsa
que intenta ser real.

¿A quién convences?

Si no estas feliz,

¿Por qué lo disimulas?

Conmigo,
no te va bien.

Puedo leer
tu mirada.

Quizás siento tristeza.
no compro la pintura
que soles vender.

La confianza
funciona de remanso.

Tu brillo
se veló
en los pliegues de la memoria.

Si únicamente
pudieras comprender
que te distingo
aún sin levantar
ninguna vista.

Consumarás
la página que te absorbe
con un único objetivo:
devolver
un fragmento
de la luz
que necesitas.

Si tus oídos
respondieran al silencio
de las palabras
sin eco
ni prejuicios.

Sabrías
que aún te sigo mirando.

Tan solo
aspiro a convertir
un momento.

Porque aunque sonrías
mi intuición
se guía en la claridad.

Y te conozco
mirando fuertemente
la vida.

Sin la necesidad
de hacer pensar
a los demás
que estas riendo.
Cuando en verdad,
lloras por dentro.

Guardo
un hilo
de esperanza.

Para tejer
con armonía
otro poema.

A tus ojos contentos,
y espontáneos.

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