Te busco, llamo, dudo.
Y no soy yo,
mi espíritu
se agrieta
y comete torpezas.
Me retuerzo.
Tal vez,
me indigesto
con tantas mariposas.
Y pregunto,
¿qué me une?
Además
del paso
por
más de una vida.
Quisiera abrazarte
y cubrir la pena
con mis suspiros.
(que te pertenecen).
La distancia,
no significa kilómetros
porque te siento tan cerca
que mi corazón
podría golpear tu puerta
con la fortaleza
de mis latidos.
En este mundo violento
construyo un reparo
al filo de tu voz.
Y te querré,
tan profundamente
hasta que las almas
vuelvan a encastrarse.
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