A la otra parte de mí, más allá de océanos y continentes…
Te conozco de forma tan exhaustiva y minuciosa. Me asusto. Te velas en mis noches, y juegas con mis sueños. Debo confesar, que leí más de una vez, sobre almas gemelas y, aunque me dijeron, que nos hemos reencontrado, trato de unir la lluvia de sin motivos. Que yo, pueda verte aún sin que mis ojos, descansen en tu mirada. Y que construya absolutamente, todo lo que te pase. Nadie te conoce y sin embargo puedo dar cátedras sobre ti.
Mi espíritu, nuevamente te llama, porque en esta existencia, tenemos demasiado que aprender. Y te quiero, que se me desestructura la médula, o quizás, a través de los años, vuelvo a repetirlo.
Quien me hace llorar, bebe mis angustias, me entibia la voz, con una sonrisa, únicamente, esa persona, eres tú.
Desde el pasado, el reencuentro, nos selló en esta nueva vida. Conforme y segura, que no es la primera vez, absorberé el tiempo que nos falta, y moriré tranquila, porque si no resulta ésta, tarde o temprano, volveremos a buscarnos.
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