Me pregunto el motivo por el cual el ser humano, tiende a la complejidad. Si el suspiro cura, las manos se gastan con caricias, las palabras que emergen desde el alma, brillan con más luz. ¿Por qué temer? Si la sinceridad, no se logra cada día. Y cuando te encontré reuní más que esa suma. Sin embargo, miras hacia el costado, y no delante, porque en tú reflejo subyazco. Entonces, te invaden las dudas. Resulta más fácil calcular el logaritmo de la vida, que atontar el corazón, con tan solo un abrazo.
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