Alma triste que busca descanso
entre las ramas de un bosque robado.
Guardo la palabra
que deja rastros de silencio
acomodándose en la magia
de la pérdida.
En esta batalla,
caigo yerta en la madrugada.
Y dejo que el corazón
marque los latidos
sin saber bien
o quizás, sabiéndolo todo.
No me persigas.
No me llames.
Porque borré en este mapa
la proyección del mañana.
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