Me cansé de arrojar besos al aire
o quizás de esperar que lluevan sentidos.
Todo pudo ser tan mágico.
Que la nostalgia se hace eco en la mañana vacía;
de ansias, de ganas,
de problemas que quizás no tengan solución.
Y estoy cansada,
de traerte aquí y recibir ausencias.
No hay más que palabras sin construir
ni hilos que tejer.
Tan sólo queda un último suspiro,
que se esconde entre el sonido del viento.
Y le da el sol en la cara
pero tu ceguera me deja, nuevamente,
sin aliento…
Ya no estoy, me cansé.
De borrar, de eliminar,
de aparecer y desaparecer.
La necesidad, ¿suma o resta?
Cuando debería absorberse.
Brillará y juro que brillará
esta pupila escondida en tus ojos.
Porque soy libre
y elijo: dejar de cansarme.
Escribes muy precioso. Sigue así!
ResponderEliminarEscribes muy precioso, ¡sigue así!
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