Tanto cielo por descubrir,
que me tiño de negro
ante los viudos sueños.
¿Dónde están los matices?
¿Dónde se fabrica el amor?
¿Dónde iremos a parar?
Mi inspiración se une a la tristeza.
Y estos ojos, sin brújula
ni mapas encantados,
sin ejes en la Tierra.
Ya no quieren mirar.
La soledad me expande su mano.
Dormiré hasta que al corazón
no le quede sangre
ni pena, ni angustia.
Tantas páginas escritas
que me sumerjo en lo blanco.
Y en todo aquello que no supe decir.
(De esta vida en bicolor).
No hay comentarios:
Publicar un comentario