jueves, 12 de agosto de 2010

Espiritualidad


“SI QUIERES CAMBIAR EL MUNDO, CAMBIATE A TI MISMO”

Mahatma Gandhi


Introducción.

La visita de una amiga, evidentemente, me situó de frente algunas cuestiones que intentaré explicitar a continuación. Con ella, solemos tener una energía bastante especial, tras la lectura de mi numerología, me produjo una búsqueda, en principio de material bibliográfico sobre percepción, intuición, telepatía, es decir, calmar el vacilar desde lo teórico, algo en vano, porque no he leído nada nuevo ni aplicable sobre mis sensaciones. Esa necesidad de sentir protección o seguridad al incorporar reflexiones de los grandes académicos, psicólogos o parapsicólogos. Llegando a la conclusión que no es analizar sobre lo ya estudiado, sino leer las líneas del cuerpo/alma.

He estado dialogando, también, sobre este asunto con dos amigas, una psicóloga que me ayudó a darle una visión ordenada, y otra que le suelen pasar cosas semejantes que a mí, con su mirada más practica. Resultado de este día, la siguiente aspiración a texto :

… Mi mente está inquieta y mis emociones revolucionadas…

Auto- Descubrimiento.
Me pregunto por qué soy intuitiva con determinadas personas y con otras no. De qué depende esa “intui- percepción”. Quizás, la necesidad de etiquetar con razonamientos lógicos, más que sensoriales esté incrementando las dudas al respecto. Los seres humanos tenemos una forma personalizada de “vibrar” y transmitir determinada energía, a su vez, diversos canales de percepción guían (en algunos casos obstruidos, en otros un poco más lúcidos); pero en el instante que esas energías se fusionan o, por llamarlo de alguna manera, se conectan, se empiezan a recibir conocimientos, emociones y sensaciones. Desde el razonamiento, las respuestas quedan inconclusas, dependerá de la evolución del sentir. Semejante a un fluido natural, que en oportunidades, nos empeñamos en no dar curso pero que, en definitiva, en algún instante se procurará conocer en sus amplios espectros.

El canal que va de la mano de la intuición y percepción es el de la apertura del inconsciente. Generalmente, las personas maduras en esta cualidad , prácticamente sin quererlo, y a pesar de la estructuración del pensamiento, acceden a darse lugar para captar esa energía o vibración que viaja por el espacio.

La manifestación de la intuición/ percepción puede dividirse en tres etapas :

1) La negación. Ante la revelación de estas cualidades, por designarlas de alguna forma, la primera instancia es el de la no atención, el no hacerse cargo de las emociones generadas y la captación de energía que se produce en el vínculo con el otro.

2) El principio de la aceptación. La aceptación de la cualidad y la de uno mismo. En la medida, que vamos asimilando que fuimos dotados de una sensibilidad que se expresa en el fluir del pensamiento, en no condicionar lo impensado de lo metódicamente pensado. Esta etapa, es la que mayor auto-descubrimiento requiere. Donde se roza la profundidad de la esencia, con la magnificación del alma.

Es el ciclo de la revolución de emociones, del cual las posibilidades, son las siguientes: a) Opacar y rendirse, no tomar las riendas del camino. Huir por temor a sacudir y reacomodar las piezas que componen el rompecabezas del ser más cercano de uno mismo b) Conformidad (a pesar de las dudas), de poder generar un hilo de búsqueda espiritual, más allá de la razón y el entendimiento.

3) Convivencia. Una vez ganada la aceptación, el cambio, la evolución, el alcance de la sensibilidad en los niveles del alma, que se muestra en la conexión con el otro, de una energía que en ocasiones es similar, o en equivalente sintonía, la respiración y los sentidos cobrarán un brillo único y desconocido.

La intuición, percepción, telepatía, el conocimiento del otro sin aún conocerlo, las visiones sobre el futuro, el adelantamiento a los hechos, acciones o palabras, realzarán el abanico que intensifica la tranquilidad y la paz tanto interna como externa. Esa cita, de la cual somos presos, aún siendo las personas más libres e independientes no significa más que la convocatoria al tropiezo con nuestra propia existencia.

Lo inexplicable desde la cognición, se espanta, de a ratos, por la desnudez del alma. Pueden modificarse los paradigmas de vida, modelos a seguir a rajatabla, fórmulas aplicables a los cálculos de generalidades. Porque, finalmente, nos hemos dado cuenta, que no existe un aprendizaje adaptable a cada enseñanza, ni una enseñanza adaptable a cada aprendizaje. La universalidad depende de la combinación de energía, de vibraciones que se encajan, sin orden, ni secuencia, en la sensibilidad, principalmente de quienes demuestran que son conducidos por la impersonalidad del afecto.

…Me siento desnuda y expuesta, no es fácil encontrarse con uno mismo…

Hipersensibilidad

Habitualmente, estos “seres hipersensibles” se rehúsan a topar con energías que se adentran a descubrirlos, para algunos, se sostiene como un gran secreto o una parte aniquilada del inconsciente. Sobre todo en la etapa de negación. El desengaño a la intolerancia de los pares, que se verá más o menos resuelta, una vez lograda la aceptación del yo, y de la imagen que se proyecta hacia el alrededor. No todos tendrán el privilegio de observar sin máscaras ni prejuicios, al “hipersensible”. Y aquí, retomo las cuestiones energéticas. Imagino que sólo llegarán aquellas personas que reúnan las siguientes características:

- Unión (compañerismo, amor, amistad)
- Semejanza. Intereses comunes.
- Mente sana y despejada.
- Conexión.
- Energía y vibración mutua ( mi energía hacia el otro, y el otro brindando su energía)
- Conocimiento
- Solidaridad desinteresada
- Necesidad de trascender
- Coexistencia

Cuando se produce el encuentro de dos almas hipersensibles, aunque no sea de lo más cotidiano, se reconoce a la brevedad, en el caso de ser entre un hipersensible y otra persona sobre la cual ejercemos una energía especial, tenemos rasgos de intuición, percepción, telepatía, dependerá del cauce de los inconscientes la manifestación o no de
esas imágenes extra-sensoriales. Como así también de la admisión y respuesta que genera en el otro, junto a la evolución del crecimiento espiritual de ambas partes.

En mi caso, la conexión con algunas personas con las cuales me vuelvo perceptiva, intuitiva y, hasta, telepática coincide con seres totalmente cerrados, inalcanzables, fríos, poco sentimentales/ demostrativos. Esa energía que desprenden me forja un obstáculo que superar, un reto o un enigma que descifrar . La mente, resulta, un mapa de lectura compleja y una luz energética que llama la atención. Esa es la cuestión. Poder aprender los signos y símbolos de la mente para la tranquilidad del espíritu.

Dos elecciones: cerrar la puerta o emprender el viaje hacia el interior más profundo…

Libertad/ independencia/ desapego

Buda dijo: “el mundo está lleno de sufrimientos; la raíz del sufrimiento es el apego, la supresión es la eliminación del apego”. Luego de esta frase introductoria, un poco ambigua para mi gusto, intentaré descomprimir esta idea de la libertad, independencia y desapego. La libertad está programada en la mente, para no general vínculos de dependencia, pero esta sencilla y compleja afirmación tiene una parte verdadera y otra falsa. Somos libres porque no estamos atados a ningún tipo de cosa física/ material o desde el trato de personas, para no ocasionar esa obediencia del otro hacia nosotros o de nosotros hacia el otro. Pero al mismo tiempo, al vivir en sociedad, somos tiranizados por el alrededor. La libertad, existe, desde el plano emocional en el no involucrarse o empaparse de las ataduras del entorno.

Ahora bien, ¿hasta qué punto la libertad genera independencia y el desapego se reviste en la alternativa para lograrlo?
Necesitamos hacernos cargo del mundo emocional que influye en la acción y reacción de las ideas. Hablamos, entonces, de una independencia efervescente al confrontar la idea de que no somos una parte aislada del mundo, que debemos tomar correctamente las herramientas que ese mundo nos provee para llevar una vida digna, haciéndonos cargo de los errores y debilidades. El peligro reside en no apropiarse de esta independencia emocional, alejándonos de los demás o alejando a los demás para no empaparnos de “dependencia”.

Angustias existenciales, vacíos demográficos…

“Consejos útiles”.

Estos consejos servirán sólo a aquellas personas que hayan logrado el encuentro con uno mismo, de apertura mental, sin temor a la experiencia por el barranco de las emociones.

Los seres humanos, llegamos al mundo con una misión determinada, que vamos conociendo a medida que transcurren los años. Somos dotados de habilidades que se suscitan por el cuerpo y alimentan el alma. Al mismo tiempo, logramos capacidades en diversas áreas. Lo importante es construir un fuerte espiritual que nos enseñe el amor a nosotros, el cuidado de las emociones, de la sensibilidad, y el cuidado al prójimo sin condicionamientos…

¿Y vos, alguna vez has logrado ese encuentro contigo mismo?

Para finalizar o dar comienzo

En este momento, las emociones se me escapan por la piel, me desespero, porque no sé a quién le está sangrando el corazón y lo estoy percibiendo…

María Jimena Gatica

04, 05 y 06 de febrero del 2010.

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