Aunque sean horas prestadas
cambiaría de estación.
Le jugaría una mano
al tiempo
para que nos acobije
en un instante.
Y si mis palabras
se recubren de tu silencio,
Venceré el temor:
decir sin callar
o callar sin decir.
Dame un minuto,
que alcanza.
Para finalmente extirpar el riesgo
de cosechar
eso que algún día
vos y yo sembramos.
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