domingo, 12 de septiembre de 2010

Necesito tu presencia.

Yo sé que te remuevo,
descentralizo tu núcleo.
Pero necesito respuestas
aunque no las tengas.
Desespera mi mente
hurgando tu consciencia.
Te llama. Te anhela.
Te busca.
Una noche más
sin tu frecuencia.
Dame una señal,
un haz de luz
que destelle mis sueños.
Para darme cuenta
eso que supongo.
Estás ahí,
temblando de miedo,
al no saber,
qué te sucede.
Increíblemente
aunque te empeñes
en controlar
lo incontrolable.
Una pizca de tu figura
haría la diferencia
de la monótona rutina.
Del resto,
se encarga el universo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario