Te noto sensible,
quizás
los besos ya no te besen.
Y los espacios vacíos
dancen, sabiamente
para que busques,
de una vez
en tu interior
las respuestas.
Y si las manos no te tocan
las caricias no reemplazan
sentimientos.
Te agudizo
perceptivamente
y una lágrima
cae repentina.
Y me pregunto:
¿Quién está sensible?
Vos,
yo,
o la conjunción
del ánimo
que nos aproxima
al destino.
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