La geografía, provee de entendimiento. Ya no describe, ni explica, analiza y mucho más. Este mundo tan pútrido como asocial. Las herramientas de cambio, se posan sobre la palma de la mano. No más reforma. Mientras dejo volar al espíritu, acomodo pensamientos. Porque educar, no reside en el simplismo. No normaliza conflictos. Y las aulas, resultan el escenario mágico donde debatir realidades. El espacio, deja de ser, tan sólo la morada del hombre. El espacio, lugar de fricción donde arremolinan desigualdades. Y yo, me siento gratificada, cuando logras reflexionar por qué somos consecuencia de las intencionalidades del sistema.
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