Familia de sangre, o de corazón
que suspira cuando ríes o se entristece si lloras.
Que te abraza con solidez y comparte victorias.
Esa, mágica, que podría darte sus dos manos si las necesitas.
Y te ofrece palabras, en el momento exacto
en que pierdes la calma.
La que seca tus lágrimas, con el simplismo de una broma.
Una familia, que te elige y cree en vos,
aunque la vida te golpee.
Y pone curitas a las heridas del corazón.
Que comparte sus historias y te llena de sabiduría.
Esa familia, que actúa de red si caes.
Y ata vínculos con afecto.
No hace falta, preguntar, porque mirándote a los ojos
se adelanta, con muecas de alegría o paz.
Yo, tengo varias familias.
Me cobijan, y resultan norte de mis huellas.
Y si camino, jamás pierdo el rumbo porque estás ahí.
Si la llegada es adversa, me prestan fuerza.
Y si la violencia, irrumpe, responden pacíficamente
con tranquilidad etérea.
Hoy mis ojos se colman de brillo.
Pude construir buenos lazos
Y unir los extremos de la trama.
De un lado, mi familia, del otro yo,
forjando semillas de amor,
para que los demás, también las reciban.
para que los demás, también las reciban.
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