martes, 10 de mayo de 2011

Familia

Familia de sangre, o de corazón
que suspira cuando ríes o se entristece si lloras.
Que te abraza con solidez y comparte victorias.
Esa, mágica, que podría darte sus dos manos si las necesitas.
Y te ofrece palabras, en el momento exacto
en que pierdes la calma.
La que seca tus lágrimas, con el simplismo de una broma.
Una familia, que te elige y cree en vos,
aunque la vida te golpee.
Y pone curitas a las heridas del corazón.
Que comparte sus historias y te llena de sabiduría.
Esa familia, que actúa de red si caes.
Y ata vínculos con afecto.
No hace falta, preguntar, porque mirándote a los ojos
se adelanta, con muecas de alegría o paz.
Yo, tengo varias familias.
Me cobijan, y resultan norte de mis huellas.
Y si camino, jamás pierdo el rumbo porque estás ahí.
Si la llegada es adversa, me prestan fuerza.
Y si la violencia, irrumpe, responden pacíficamente
con tranquilidad etérea.
Hoy mis ojos se colman de brillo.
Pude construir buenos lazos
Y unir los extremos de la trama.
De un lado, mi familia, del otro yo,
forjando semillas de amor,
para que los demás, también las reciban.



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